Ángeles Ariza generación 86

Mi papá era maestro en una escuela donde asistía el Padre Armando, se conocieron y se hicieron grandes amigos. Él era columnista en el periódico la Voz de Morelos, y frecuentemente por las mañanas tomaban el café en el Café Cuernavaca. Ahí platicaban sobre los sueños de construir una escuela.
Cuando se sentaban en este café, un niño de la calle se acercaba siempre a su mesa, y el Padre lo invitaba a desayunar.
Ese pequeño fue la gran inspiración del Padre Armando para fundar esta escuela. Decía que cuando la inaugurara, ese niño mendigo, sería el primer alumno de su escuela. Y lo cumplió.
Años más tardes, mi papá publicó una columna bajo el título “El Colegio Cristóbal Colón, fue inspirado en un mendigo”, apareció en la primera plana de la Voz de Morelos, y como la gente no sabía a qué se refería esa nota, pues fue fuertemente criticado porque a simple vista, parecía una ofensa hacia el Padre Armando, sin saber que se trataba de un acto más de amor y caridad que sólo él estilaba.

No sé el nombre de ese niño, mi papá jamás me dijo su nombre, ojalá alguna de las personas o ex alumnos que vivieron esos hermosos tiempos, pudieran saberlo o indagarlo.

Ángeles Ariza generación 86